el amanecer del 21 de Abril

… sus labios se desprendieron de los míos en ese momento abrí mis ojos, durante un instante antes de que ella abriera sus ojos, la mire contemplando su linda carita, su cabello largo y oscuro, rizado al final de las puntas, sus labios de un color rojo claro, pero a la vez cubiertos por un brillo que los hacia ver mas hermosos y rebosantes, el color de su piel era como el color del café con leche, cuando tiene más leche que café, tan claro que sus mejillas sonrojadas se apreciaban de un color rojizo destacando en todo su rostro, me quede maravillado por lo que estaba admirando, de pronto ella abrió sus ojos me miro y nos contémplanos el uno al otro, el silencio entre los dos se hizo algo notorio. Ella lo rompió mirándome fijamente a los ojos y diciendo “te quiero”. Yo me acerque hacia ella y la abrace lo más fuerte que puede y diciendo la misma frase “te quiero”, comenzamos a reír.

Nuestra felicidad se hacia notoria con cada segundo que pasaba, decidimos caminar hacia un lugar que los dos conocíamos muy bien, el lugar donde por primera vez nos conocimos. Llegando al lugar que recuerdo muy bien, un lugar esplendido, rodeado de árboles frondosos y altos, que apenas los rayos del sol penetraban en ellos, los pocos rayos de luz que pasaban entre sus hojas las cuales mecidas por el viento me parecieron un hermoso espectáculo, pero que olvida pronto con tan solo recordar de quien venia tomado de la mano.

Mi bella dama se detuvo me miro fijamente y me dijo lo encontramos, regrese a ver hacia adelante y si lo habíamos encontrado, un árbol con ramas delgadas y de hojas alargadas, cubierto con pequeñas flores naranjas que tenían la forma de una campana, ahí donde por primera vez nos conocimos, nos sentamos al lado del árbol y comenzamos a platicar de tantas cosas que no puedo recordar aun.

Yo tome algunas de las flores del árbol e hice un ramo el cual le entregue, agradecida me tomo entre sus brazos, me abrazo fuertemente y me dijo nunca me separare de ti, siempre estaré a tu lado para ayudarte cuando más lo necesites, siempre que quieras consuelo ahí estaré para ti, aun en tus sueños yo estaré para protegerte y acompañarte en los momentos más difíciles.

Acabando de escuchar eso desperté…